El río del Castillo

Tema: Re: El río del Castillo Lun Jul 27, 2009 2:30 pm

No, él mentía... yo lo sabía, por mucho que él dijese que no podía, yo me había dado cuento de que albergaba sentimiento, como todo ser humano, guardaba un alma, plagada de espinas y laberínticos pasillos, sí, quizás, pero él no era sólo roca. Sería demasiado triste, demasiado desgarrador que así fuera, que en eso se convirtiera. Por eso había odiado su comportamiento, por eso nunca lo aprobaría, ni siquiera sabía si sería capaz de entenderlo algún día.
Por eso, antes de entregarme al contacto, antes de caer en la tentación de profundizar aquel beso un tiempo indefinido, me separé de él, negando con la cabeza, mirándolo fijamente a los ojos.
-¡Despierta! -exclamé en susurros, mientras mis dos manos rodeaban su rostro, obligándolo a mirarme frente a frente sin posibilidad de huida- ¡No eres una roca, Galadriel! ¡Estás vivo, maldita sea! ¡Te lo dije mil y una vez, que algo late aquí...! -mi dedo se deslizó de su rostro por su cuello, luego, siguió la curvatura de su hombro, para finalmente, descender a su pecho, y ahí, apuntar su corazón con el índice, casi acusador- No quiero que me dés nada, quiero que me agradezcas menos aún... ¡Maldita sea! ¡¿De qué vale...?! ¿De qué vale... vivir, sacrificando el alma por un beneficio que no pueda traerte felicidad, plenitud...? Lo peor no es morir, Galadriel, lo peor es no vivir, y tú... tú... -mis dedos se aferraron a su melena de cálida nieve- estás cayendo directamente en ese pecado imperdonable. Puedes salvarte Galadriel, y si no te salvas, seré yo quien lo haga... lo juré, y sobre todo, deseo hacerlo -entonces, mis brazos se enlazaron tras su cuello, atándome a él en un abrazo en el que yo me permití enterrar mi rostro en su pecho... más cálido de lo que él presumía- No te enamores de mí, Galadriel -ay, eso me había dolido, pero... estaba bien poner los pies en el firme suelo del mundo terrenal-, pero... Ama a otra gente, nunca dejes de sentir, no te abandones a tí mismo.. porque eso, sí que no podré perdonártelo -murmuré, mientras mi rostro se alzaba, y mis labios rozaban su blanca barbilla-. No está mal, Galadriel, nada está mal... Laisses-moi réveiller ton âme, laisses-moi te donner l'amour qui t'ouvriras les yeux... et que la lune soie témoin de ton réveil... à jamais. Mais... -tenía la boca entreabierta, porque todavía tenía algo que decir, pero... Sí, no estaba mal que yo le diese amor aquella noche, no obstante, yo no quería convertirme en algo... ¿inalcanzable?- No me mires -pedí, volviéndome a hundir en su pecho-. No me mires a mí, por favor...

Tema: Re: El río del Castillo Lun Jul 27, 2009 2:54 pm

Sabía que no se podía mantener callada. Maldita sea.
-Alicia, ¿dejarás alguna vez de hablar?- repuse con voz firme e incómodo- ¿Quién te dice que yo esté enamorado de ti?- cerré los ojos con firmeza mientras la dejaba hacer, mientras la dejaba jugar- En todo caso...- iba a continuar, pero me corté en medio de la frase, inseguro. No, estaba seguro de que yo no podía amarla. No es que no estuviera seguro, es que sabía que no podía hacerlo- Estoy vivo, puedo otorgar ciertas cosas y ciertos sentimientos, pero no puedo amar, Alicia. Entiéndelo, acéptalo. ¿Por qué no iban a quererte a ti? Tienes mucho que ofrecer, aunque no lo veas. Por lo menos no vives en la eterna maldición que me ha caído a mí... la de seguir los pasos de mi familia y alcanzar el hall de fama aunque me deje la vida en ello y el pellejo también, ¿por qué no?
Me alcé de encima de ella para erguirme en mi altitud y observar el amanecer que surcaba el cielo con las manos firmemente cruzadas. Ese día seguía llevando mi oscuro chaleco y la blusa holgada blanca, mientras que los pantalones eran altos y negros y las botas de montar blancas.
La miré con un chispazo alumbrando los ojos.
-¿Por qué no abandonamos hoy nuestras diferencias? ¿Por qué no aceptamos lo que uno y el otro negamos? Somos diferentes Alicia, y por eso mismo...- le tendí una mano con una deslumbrante sonrisa- y por eso mismo siento que sería incapaz de olvidarte, por mucho tiempo que pasara. ¿Sabes montar?

Tema: Re: El río del Castillo Lun Jul 27, 2009 5:40 pm

-¡Nunca dejaré de hablar mientras tenga algo que decir! ¡Nunca dejaré de hablar y menos cuando te hundes de esa forma tan¡No! ¡Ama! ¿Cómo no vas a poder? ¿Por qué no podrías poder? -repliqué, siguiendo en mis treces, negando sin cesar- No puedo aceptarlo, ni siquiera puedo entenderlo -esbocé una sonrisa amarga, casi se diría que divertida por sus palabras. Aunque sólo casi, porque no era el caso- ¿La maldición de seguir los pasos de tu familia? ¡Galadriel! -clamé imperiosamente, desesperada por sus palabras- ¿¡Qué maldición!? ¡Tu maldición eres tú mismo, esa es la única verdad! Tu maldición puede cortarse con que simplemente te niegues a seguirla... Galadriel, tú... puedes salvarte, puedes amar, si así lo deseas. Tú... sí. Sólo basta con que tú quieras, que tú... tomes el impulso suficiente para hacerlo -me separé de él en cuanto se levantó, mirándolo desde el suelo, sentada- ¿Enamorado de mí? No me atrevería siquiera a insinuarlo, simplemente... Quiero verte amando, a cualquiera, quiero que ese latido que he oído esta noche siga resonando. Ama, Galadriel -repetí-. Amar es una parte indispensable de la vida, con todo lo que ello conlleva. Vida... no, no dejes la vida en ello... -repetí, testaruda, aunque... prefería dejar el tema de lo que yo pudiese llegar a ofrecer. Preferí que ese tema cayera en el olvido, como preferiría que mi propia persona también lo hiciera, al menos para él. Guardé silencio, tan sólo observando como se alzaba, recortando con su figura las luces del amanecer... para finalmente tenderme una mano. Se la agarré y yo misma me levanté, aprovechando para memorizar la chispa que brillaba intensamente en sus ojos, normalmente tan pétreos.
Y no pude evitar desviar la mirada a un lado ante sus nuevas palabras, pero al final, acabé mirándolo con cierta sorpresa.
-Malamente -reconocí, mirándolo directamente-. Digamos que... sé montar, pero es el caballo quien me lleva y no al revés. Bueno, está bien, no sé montar... prefiero las carrozas, las carrozas en las que alguien que no soy yo tira de las riendas.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 12:31 am

Deposité a aquella joven de castaños cabellos junto a la orilla del río.
-Este agua se puede beber- le confié, ahuecando las manos y recogiendo el agua cristalina para aproximársela a sus labios. La hice beber forzadamente, ya que temía por su salud y que de un momento a otro fuera a desfallecer.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 12:41 am

La joven, una vez se dio una ducha, salió con un vestido rojo de la misma tonalidad de sus ojos, que contrastaba vivamente con su piel. Caminó lentamente, pensando con confusión en el día de ayer, y se detuvo junto a un árbol que estaba a medio metro del agua, apoyándose sobre él. Enrojeció cuando se dio cuenta de que Daiki había sido la única persona al que le había contado cómo se llamaba. También la única persona que le había hecho sentir una electricidad extraña recorriendo su cuerpo. Enrojeció, y bajó la mirada, jugando con sus pies con la hierba, confusa consigo misma. De pronto, se dio cuenta, avergonzada, de que desde que tuvo la conversación con él, no había pensado en su madre, sino que solo en él.
Vio llegar a un joven con una chica en brazos, pero como estaban alejados, no les hizo mayor caso.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 12:47 am

El camino hasta allí, con el suave bamboleo pudiese haberme hecho dormir, sin embargo las gotas cristalinas que caian sobre mi cara me lo impedían. Mojaban mi rostro como si fuese lluvia. Y quizá lo fuese, lluvia de emociones. Quise poner las manos debajo y coleccionar cada recuerdo que acompañase a las lágrimas de aquel chico, pero no pude moverme demasiado, asique me limité, sumisa a que me condujese a algún lugar con agua. Mientras, encontré las palabras en el pozo de las cosas especiales. De poco pensar, y más sentir. Sin duda, los desperfectos me estaban pasando facturas...
Entonces me puso cerca del río y me obligó a beber agua. Negué repetidas veces con la cabeza, y me incorporé un poco, metiendo las piernas en el agua. Sintiendo su efecto reparador, frío, añorado en ellas. Le hice una señal a mi lado, para que se sentase a y para, ¿por que no? Apoyarme en él para terminar de mojarme entera en el río. Temía por que mi cuerpo no pudiese resistir y volviese a caer.
-Sus lágrimas tenian más sabor que el agua. Comparado, es insípido e insatisfactorio. Además, no tiene nada especial.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 12:51 am

Me atraganté con sus palabras.
-¿Quién eres?- le pregunté directamente, entornando los ojos. Aquella joven me parecía curiosa, y atraía por su forma de hablar tan sutil y delicada, por sus movimientos medidos, por su percepción. No sabía si terminaba de gustarme, pero aquella tarde poco podía hacer que no fuera abandonarme al olvido. Encogí las rodillas mientras permitía que me usara como un vulgar títere y apoyé la frente en ellas, hundiendo los hombros en señal de humilde derrota.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 1:12 am

-¿Quien soy?- levanté la cabeza, mirando el cielo de noche. Las estrellas, las estrellas se esparcían en el cielo como si un pintor hubiese tenido la desfachatez de salpicar pintura brillante sobre un óleo negro. Alcé la mano izquierda, totalmente inmaculada, pero sin el guante que había ardido cuando mi mano se envolvió en llamas. ¿Que quien era? ¿Se referia a mi nombre? Nombre tenía uno, pero identidades... la identidad era tan complicada que no sabía por donde empezar. ¿Qué y quien era yo? Podía ser cualquiera de esas estrellas del cielo. Lejanas, pero añorantes, que ilusionan, que enamoran, que son cantadas, que son retratadas, que son... misteriosas. Podía ser eso, asique se lo dije.- Cualquiera de todas esas que ves ahí arriba. ¿Andrómeda? ¿Alistaïr? ¿Beta? ¿Alpha? ¿Cual?...- mi voz se desvaneció por un instante, mientras me levantaba, tambaleante y daba unos pasos dentro del río, aún bastante cerca de la orilla. Me agaché, hasta ponerme de rodillas y mi pelo empezó a mojarse, porque el agua me llegaba hasta los hombros. Notaba el frío, pero también el alivio. Giré la cabeza, para mirarle a él.- ¿O quieres mi nombre?

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 1:14 am

Clavé en ella una profunda mirada zócalo.
Era una joven peculiar, sin duda alguna.
-A ambas cosas, quizá- me encogí de hombros, quitándole hierro al asunto, antes de volver a sumergirme en mi incesante duermevela. Intentaba convencerme de que era lo mejor, pero a menudo vivimos de nuestra propia mentira y engaño, sin atrevernos a respirar si quiera por los demás. Solo nosotros.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 1:33 am

Empapada, acabé saliendo el agua. Las heridas aún latentes, pero el frío las había alejado tanto de mi que me parecían ajenas. Asique volví junto al chico de mirar azul y pelo blanco como la nieve sin recuerdos y me acurruqué a su lado. Por mi mente no se me pasó la opción de que pudiese molestarle, ni siquiera de preguntarle. Simplemente queria un lugar cálido para pasar... el momento.
-C'iel Vartan du Beryl- contesté, bostezando. Le cogí los brazos con los que se rodeaba y me hice un hueco allí, en su regazo. Le miré por ultima vez, y sonreí orgullosa-. Lo inventé yo, el apellido- concluí, bostezando.
Qué calido y... blandito era ese... chico.
-Guarda mis sueños, porfavor. No estoy segura de que sean agradables... del todo. ¿Puedo confiar en eso? ¡Te recompensaré mañana!
Después los ojos comenzaron a cerrarse, poco a poco... poco a poco... mientras me aferraba a las ropas del chico como si fuesen mi tabla de salvación. Que agradable. Que sueño estaba viviendo...

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 2:46 am

Llegué al río, decidiendo dar un paseo nocturno. Necesitaba poner en orden mis pensamientos. Sobre todo con respecto a aquella chica, Hope... No me la podía quitar de la cabeza, pero no era porque tenía intenciones malvadas sobre ella... Era algo my distinto y más complejo... Confundido, me acerqué al río y me agaché para lavarme un poco la cara con agua fresca. Al levantarme la vi. Era ella.
-Vaya, vaya, el destino se empeña en juntarnos, Hope -saludé, sonriendo enigmáticamente mientras me acercaba.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 2:52 am

Le había observado llegar, con su rostro lleno de confusión, pero no había dicho nada. Solo veía como caminaba despreocupadamente hasta el linde del río, y lavarse el rostro. Sonrió levemente, mientras sacudía la cabeza para medio secarse el cabello. Enrojeció cuando la vio, y se acercó, pero sonrió de nuevo, tímidamente.
-Eso parece... ¿Cómo está, pasó buena noche ayer?-preguntó, educadamente, aunque le parecía extraño hablarle de esa forma tan cortés, cuando él había presenciado su explosión frente a ¿Victor? Además, estaba nerviosa. ¿Por qué? Ni ella lo sabía. Solo sabía que su corazón se aceleró levemente, y su sonrisa se hizo más pronunciada cuando pronunció su nombre. Hope... Parecía incluso dulce dicho por su voz.
Abrió los ojos desmesuradamente, y sacudió la cabeza, queriendo liberarse de ese pensamiento, mientras enrojecía aún más vivamente.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 2:58 am

Noté como la chica enrojecía en su presencia y eso lo descolocó todavía más. ¿Qué estaba pasando allí? Esperé a que la chica se secase el cabello para contestarle.
-Sí, estuvo bien el paseo por el Jardín, si se refiere a eso -me costaba parecer frío y distante...-. ¿Y usted? -vio que la chica mostraba muecas extrañas en su rostro y enarcó una ceja. Debían de ser los efluvios de la noche... Me masajeé las sienes, pues el agua, aunque divinamente fresca, no había conseguido despejarme del todo. Invité a Hope a sentarse en unas rocas con apariencia de ser bastante cómodas -dentro de lo cómodas que pueden ser unas piedras- con un gesto.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 3:07 am

Notó cómo le trataba con más cortesía de la habitual, y con... ¿confianza? Bueno, algo parecido era. Le sonrió, mientras lentamente, su piel volvía a adquirir su palidez natural, de color rosado. Le sonrió, y siguió al joven hasta aquellas rocas. Pero no le miró, no quería confundirse aún más sobre él. Sentía que le odiaba menos que cuando volvió, pero no había dejado de hacerlo, ¿o sí lo había hecho? Ya no estaba segura de nada.
Suspiró. Sin poder evitarlo, volvió a mirarle, a los ojos. Se sintió perdida entre ese azabache tan enigmático, pero sin saber cómo, consiguió arreglarselas para apartar la mirada de nuevo, y dejarla caer en el río, que lucía plateado.
-Sí, estuvo bien...-murmuró, tímida.-Descansé de mi vuelta al castillo... Estuvo bien-masculló el bien con inseguridad-alejarse de la realidad unos días-le sonrió de nuevo, aunque algo forzadamente, sin mirarle de nuevo a los ojos.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 3:22 am

Escuchó a la chica mientras se sentaba. Percibió algo raro en cuanto la chica la miró a los ojos. Ese brillo rojizo, atrayente, magnético, sobrenatural... Tan en contraposición con la dulce chica... Era todo un misterio.
-¿Y dónde estuvo en esos días, si no es indescreción? -sonrío al acordarse de la noche anterior. No había estado mal del todo, tenía que reconocerlo... De pronto la chica desvió la mirada y él hizo lo mismo, mirando las calmadas aguas con el reflejo plateado de la luna sobre las mismas. Se sentía indefenso ante Hope, no sabía como explicarlo, pero su muro impenetrable emezaba a mostrar algunos resquebrajos. ¿Realmente quería eso? ¿Aún estaba a tiempo de arreglar la fachada que tanto tiempo le había costado construir o por el contrario dejaría que aquella chica lo derrumbara?

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 3:29 am

-Bueno, si le soy sincera... Ni yo misma estoy segura de dónde estuve...-le volvió a mirar a los ojos, aunque fue un error, porque no supo salir de ese manto de oscuridad que eran.-Solo estuve...-masculló, más que dijo, aún perdida en ellos. Pero consiguió sacar fuerzas de donde no las había, y mirar el cielo.-Estuve pensando-finalizó, por fin.
¿Qué le estaba pasando? ¿Qué demonios estaba pasando con ella? Notaba que el odio inicial había pasado a ser... ¿cariño? No. ¡No! No podía permitirse tenerle cariño a aquel chico. No. ¡Él sabía algo de ella! Se le notaba en su forma de preguntar sobre su padre tan a menudo. Pero no sabía si aún podía volver atrás. Volver a odiarle como antes de irse. ¿Podía?
-Me pregunto... ¿qué fue de usted en esos días?-preguntó, volviendo a mirarle. Estaba temblando. Y sus ojos mostraban la confusión de la que era presa.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 3:35 am

Se sintió repentinamente nervioso cuando la chica le preguntó sobre qué había hecho en aquellos días. Había empujado a Satán por las escaleras, causándole graves daños a la chica... Si le decía eso seguro que Hope se asustaba. Y no quería aquello... ¿verdad? Estaba desorientado... Pero ante todo no debía olvidar el compromiso que tenía con el padre de la chica.... Intentó recomponerse.
-Hum, estuve aquí, sin hacer nada en particular -sonreí brevemente, sin poder apartar mis ojos de sus destellos rojos. Mi voz sonó firme, pero aun así no como me hubiera gustado-. Y dígame, señorita Fr... Blac... ¡Hope! -casi metí la pata, a punto de decir su apellido. Pero ella no me lo había dicho, creía recordar, y aquello la haría sospechar. Vaya lapsus más estúpido... Esperaba que o se hubiera dado cuenta de nada, la verdad es que había quedado como algo sin sentido. Sonreí torpemente, sintiéndome de pronto muy cansado. Miré al suelo, sin saber dónde más refugiarme.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 3:45 am

Frunció el ceño cuando, al alzar la mirada, le vio nervioso antes de contestar. ¿Pasaba algo? Tal vez... Sí, seguramente es que habría hecho algo "de hombres", que le diese vergüenza que una dama conociese. Bajó la mirada cuando un dolor se clavó en sus entrañas a la vez que esa explicación llegaba a su mente. Volvió a alzar la mirada, aunque ligeramente sonrojada, cuando empezó a hablar. Solo podía mirar sus ojos. Sus bellos, magnéticos, maravillosos, atrayentes, negros ojos...
¿¡Qué le estaba pasando!?
Se asustó, aunque exteriormente no se notó, o eso creía y esperaba. No podía pensar eso. No. Su madre le dijo que jamás se fiase de alguien con los ojos negros. Seguro que era algún ser maligno. Aunque a saber por qué lo dijo, ya que su padre los tenía de la misma tonalidad que ella. Entrecerró los ojos, sin querer que una lágrima rebelde cayese por su rostro.
-¿Sí?-le pareció escuchar su primer nombre, ¿y su apellido? No, sería un espejismo, él no sabía su apellido. Pero luego dijo, de nuevo, su nombre. ¿Por qué sentía un cosquilleo recorrer su estómago cuando decía su nombre? Suspiró, y observó de reojo su rostro, mientras él miraba el suelo.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 4:01 am

Cerré los ojos, exhausto. No podía más con aquello. Tenía que avanzar con mi misión, pero de aquella manera me resultaba imposible... Aquel lío con los nombres no era sino una prueba de lo que estaba sucediendo. Yo, que siempre tenía el control, que no me inmutaba ante nada...
-Le decía que si siempre es usted tan hermosa -las palabras afloraron solas de mis labios, sin poder pararme a pensar lo que decía, mientras miraba embelesado sus ojos rojos. Cuando me di cuenta abrí los ojos desorbitadamente. ¡¿Cómo?! ¿Yo diciendo ñoñerías de aquellas? No era posible. Me encontraba enfermo o algo.
Me levanté, decidido. Tenía que volver al castillo, me sentía agotado y confundido. Le di un ligero beso en la mejilla a Hope antes de salir de allí rumbo del Sacred Cross' Castle.

Tema: Re: El río del Castillo Mar Jul 28, 2009 1:38 pm

Le observaba, sin disimulo, con curiosidad. Parecía cada vez más cansado... Se sobresaltó cuando abrió los ojos y los clavó en los suyos, pero antes de que tuviese tiempo de apartarlos, tímidamente, habló. ¿Por qué su corazón aleteó de tal forma entonces? Bajó la cabeza, pero observó su rostro a través de sus pestañas. Parecía embelesado, pero claro, probablemente sería alguna táctica extraña de demonios para que se confiase.
Apretó los dientes con fuerza cuando esas palabras llegaron a su mente, conteniendo las lágrimas que se ocultaban bajo sus párpados. ¿Por qué le dolía tanto pensar en que estuviese jugando con ella? No debía permitirse eso. No. No debía...
Pero era demasiado tarde para pensar en lo que debía o no hacer... Ahora solo podía hacer lo que su corazón dictaba. Y en ese momento, solo le mandaba sonrojarse, sentir una electricidad recorrer su cuerpo, y anhelar de nuevo el tacto de sus labios en su rostro. Abrió los ojos, y le vio marcharse, y entonces sí, lloró. Lloró por ser tan débil, y echar de menos a su madre. Ser tan débil, y desconfiar de todo por su padre. Ser tan débil... Y no haber soportado con entereza a ese joven que algo tenía que ocultar sobre ella.
Se dejó caer en el suelo, y se envolvió en sus propios brazos. La mirada rojiza nublada por gotas de su propia cosecha, ocultando la visión de una noche tan hermosa. Tardó horas en recomponerse, y poder volver al castillo, pero para entonces, estaba agotada. Caminó sin fuerzas, con el rostro manchado tras un llanto como aquel. Llevaba años sin llorar. Probablemente, la última vez fuese cuando tuvo que dejar atrás al único amigo que había tenido... Y luego, vio que estaba muerto. ¡Ni por su madre lloró! ¿Qué le pasaba?
Suspiró, y se adentró en su recién estrenado hogar.

Tema: Re: El río del Castillo Jue Jul 30, 2009 1:27 pm

Desperté con un sobresalto, víctima de una mordaz pesadilla que comenzaba a atizarle pequeños mordisquitos punzantes a mi mente. Me llevé una mano allí mareado. Al levantarme por reflejo noté un peso en el regazo y al bajar la mirada me encontré con el rostro de la señorita C'iel plácidamente dormida encima mía. Todos sucesos anteriores y recuerdos volvieron a mí como el río desemboca en el mar.
La tormenta había ya abatido y ahora esperaba, impaciente, la calma. ¿Se puede querer al vacío? ¿Se puede desear la nada?
¿Quién tiene las respuestas de esta complicada encrucijada? ¿O quizá la respuesta se halle en no preguntarse por qué?
Le cogí el rostro entre las manos y delicadamente la posé sobre la hierba, aguantando las náuseas que me producía tocar a alguien que no fuera Alicia. Inmediatamente, me despojé de la blusa y el chaleco y me hundí en la helada agua. El dolor de cabeza se incrementó, pero me daba igual. Ya, prácticamente, todo me daba igual.

Tema: Re: El río del Castillo Jue Jul 30, 2009 1:48 pm

Algo me picaba en la mejilla. Algo que me hacía cosquillas y que olía a fresco. Abrí los ojos y mi visión se tiñó de color verde. ¿Verde? ¿Por qué verde? Lo último que recordaba había sido... ¿Qué? De pronto salté, me incorporé y mi cuerpo tembló un instante. Al recordar aquel ser que quería arrancarme la cara. Inconscientemente me llevé las manos al rostro y allí toqué, las heridas ya formadas, cinco marcas en cada mitad. Las cinco marcas que, de pronto, me trasladaron a otro lugar, a otro tiempo. A un tiempo oscuro, lleno de gritos, llenos de dolor. Calles y más calles, farolas rotas, incluso, gente en el suelo. Nadando en sangre, en agua, en llantos, en esperanzas. Me apreté los rastros que quedaban de mi precioso vestido, jirones apenas. Me miré las piernas, arañadas, a la luz del día. Y la mitad del torso izquierdo, con marcas de quemaduras. No iba a ir a la enfermería, sería mi primer recuerdo de aquel lugar. Que me recordaba muchas cosas. Que nada podría matarme, pero que podían dañarme. Que los horrores no se acabaron con marcharse de allí. Que los horrores era yo misma, o que venían conmigo.
Entonces oí un chapoteo, y ví ropa en la orilla del río. Levanté la cabeza y ví que el chico de anoche se estaba bañando en el río. Por algún motivo supe que su ánimo no sería el de un mero baño refrescante ni nada de eso. Las lágrimas que bañaban sus ojos todavía estaban clavadas en mis retinas, pero no estaba lo suficientemente despierta como para ser plenamente consciente de su significado. O sí.
No me pregunté qué le pasaba, porque no me incumbía. No de momento.
Me levanté despacio de nuevo, y volví a meter las piernas en el río, para que aliviase el ardor que todavía sentía. Sin duda, mi cuerpo estaba reaccionando para sanar mis heridas.
Me miré en el agua y ví el aspecto lamentable del que gozaba. El pelo revuelto, las marcas en las mejillas, que se podían asemejar a lágrimas de sangre. Metí las manos en el agua, para romper el reflejo y me la mojé, para desperezarme. Después respiré hondo.
-Dulce voz, ven a mí, haz que el alma recuerde...-comencé a cantar, para él, para mí, para quien quisiese oirlo. Los recuerdos, seguramente, nos inundaban a todos, asique, ¿era un mal canto?-. Quien me abraza con amor... veo prados alrededor, esa gente tan feliz... Son sombras para mí...

FDR: Te la dedico, ya sabes lo mucho que nos gusta esta cancion >.<

Tema: Re: El río del Castillo Jue Jul 30, 2009 2:00 pm

Al oírla cantar algo se avivó en lo más hondo de mi pecho. Torcí el gesto antes de volverme a ella con una mirada que sobrepasaba el entendimiento. ¿Quién era ella? ¿Princesa de los mares? ¿Reina del fuego? ¿Emperatriz del caos?
Mi torso pálido y descubierto me aguijoneó la mente al ponerse a temblar incontrolablemente a causa de la fría agua que bajaba del río. Con los pies bien clavados en el fondo no me moví, sino que más bien esperé lentamente a que me acostumbrase a ese helor que ascendía desde todas partes de mi cuerpo para nublarme la capacidad de razón.
-¿Por qué cantas cuando estás herida? ¿Por qué ríes y eres amable cuando deberías estar mustia como una flor?- ladeé la cabeza mientras mi cabello albino se mecía suavemente a la brisa del iento. Herencia de mi padre. Inconfundible.
Me balanceé tenuemente, aún con las cejas arqueadas.

Te quiero Crying or Very sad

Tema: Re: El río del Castillo Jue Jul 30, 2009 2:50 pm

Cuando me escuchó hablar y emergió un poco del agua pude comprobar que se había quitado la camiseta, y por primera vez ví su cuerpo, claro. Muy claro. Entonces me miró, y yo esbocé una media sonrisa.
-¿Por qué deberia estar caida, sin vida, como esa flor? ¿Por qué considerar que estoy herida? Son cosas que yo misma me he ganado. Cosas que yo misma sufro. ¿Tengo que hacer partícipe a alguien de ello? ¿Acaso me abrazarías, me consolarías, me dirías que ya pasó? Posiblemente no. Solo sabes como me llamo, y que soy... una estrella-comenté, ladeando la cabeza y mirándole con una sonrisa dulce. Luego volví a ponerme más seria, pero todavía con aquel gesto de la cabeza ladeada-. Sin embargo, yo sí lo haría. Claro que no te susurraría que no pasa nada, ni te consolaría como si te conociese. Pero conozco tus lágrimas... y tú eres demasiado frío como para llorar- me encogí de hombros, mientras removía el agua con mis pies. De un salto, caí dentro, y me quedé unos instantes quieta, sintiendo el frío en el torso. Aliviandome-. Porque nadie se ha ocupado nunca por mí, y no espero que nadie lo haga ahora. Por eso. Y porque esas cosas a mi no me importan. Me pareces curioso, por eso te hablo. Me pareces complejo, por eso me extiendo, y te contesto. Y me parece que podrías llegar a entenderme, por eso canto delante de tí...- hice una pausa, encontrando las palabras finales aquel discurso que estaba soltando-. Y por que tienes un color de pelo tan... frío. Y suave- levanté la cabeza mirando al cielo, concluyendo aquello con esa voz dulce de niña que siempre me caracterizaba.

Tema: Re: El río del Castillo Sáb Ago 01, 2009 11:39 am

Asentí a sus explicaciones distraídamente.
-Lo siento C'iel- hice un saludo militar haciendo chocar las botas en el fondo del río y llevándome una mano a la frente- pero he de marcharme. Hay algo en el interior del castillo que me llama- entrecerré los ojos para observar la lejanía antes de colocarme la suave blusa y de nuevo el chaleco, completamente empapado-. Y creo que debería tumbarme un rato en algún lado, me duele la cabeza. Nos veremos después, ¡que tengas una muy feliz tarde!- le dediqué un guiño lleno de comprensión y agradecimiento con los ojos antes de echar a andar hacia el castillo.

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