El recibidor

Tema: Re: El recibidor Lun Jul 27, 2009 3:04 am

Parpadeé, crédula, sin saber cómo acoger esa situación que se abría ante mis ojos. Aquella chica parecía estar en Babia.
-Pues... has llegado a este castillo para exterminar demonios- aseguré con voz firme, aunque ahora que me lo planteaba, yo también desconocía el verdadero motivo por el que me hallaba allí-, igual que yo y todos. Y por lo que acabas de decir supongo que eres una espiritual... mm... ¿me escuchas?- inquirí, al ver que contemplaba el techo y la pared. La imité. Ciertamente, no encontraba ahí ningún punto de interés- Bueno Susan... encantada de conocerte- ¡LOS MODALES, LOS MODALES! Clac clac clac clac clac... clac... clac...- ¡CROC!- me asusté yo misma de aquél grito que acaba de pegar. ¿Qué diantres...? Observé con ojo crítico a aquella joven.

Cantidad de envíos : 11 Fecha de inscripción : 20/07/2009

-¡Ay! - exclamo, acompañando su grito.
Le miro con curiosidad. ¿Qué diablos ha hecho? Bueno, como decía alguien, no te metas en la vida de los demás y no se meteran en tu vida. Todo lo que ha dicho antes entra en mi cerebro, muuuuy muuuuuy despacio.
-¿Matar demonios? ¿Por qué? ¿Y qué es ser espiritual?
Aunque hay algo que me llama más la atención. No tanto como su oreja izquierda, la cual vuelvo a mirar ensimismada, pero me llama la atención...
-¿Los demás? ¿Hay más gente aquí?

Tema: Re: El recibidor Lun Jul 27, 2009 3:11 am

Repentinamente asustada ante su tranquilidad y su mente en Babia, inspiré hondo, tratando de tachar y marginar aquello irracional que comenzaba a nublarme el sentido de la razón.
-Claro que sí- sonreí copiosamente y con esfuerzo-, hay más gente aquí...- ante sus otras preguntas, cambié el peso de una pierna a la otra, incómoda-. Bueno, no creo que yo sea la más acertada para contestar eso, ya que si tú lo desconoces, no tengo por qué saberlo yo... no puedo pensar con tu mente, ni tratar de recordar- me reí por tratar de suavizar mi incomodidad y repentino miedo hacia esa niña que parecía tan... sutil e inocente.

Cantidad de envíos : 11 Fecha de inscripción : 20/07/2009

Sonrío.
-Vale - contesto, entrelazando las manos ante mi vientre, y me balanceo un poco hacia los lados.
Me quedo mirando al chico con los ojos brillantes. Pasados unos segundos, pregunto:
-¿Hay hadas por aquí? Me gustan las hadas... Aunque nunca he visto ninguna. Creo.

Tema: Re: El recibidor Lun Jul 27, 2009 1:41 pm

Me pasé la punta de la lengua por los labios, humedeciéndolos.
-No sé si hay hadas aquí- le confié en un susurro, aún intranquila por la personalidad de aquella joven que parecía navegar entre las nubes, en un mundo de ensueño-, pero a mí también me gustaría ver alguna. ¿Por qué no subes a tu torre? Las habitaciones te estarán esperando... además, deberías dejar eso- señalé el fardo que llevaba- encima de alguna cama... y así ya te habrás instalado y eso... ¡Hm! ¡Yo te enseñaré el castillo!- un escalofrío me recorrió la espalda. ¡Eres puramente imbécil. Si tanto la temes, ¿por qué te ofreces?. Mostré una clara mueca de hastío antes de comenzar a subir las escaleras. Le indiqué mediante señas que me siguiera-. No sé dónde está la localización de tu Torre, pero seguramente pueda aproximarte a ella sin ningún percance- medio sonreí.

Cantidad de envíos : 11 Fecha de inscripción : 20/07/2009

-Percance... - reito, con un susurro, y mi mirada se clava de nuevo en la bonita oreja izquierda del chico. De pronto, es como si alguien quisiera ser mi amigo, y jamás, que yo recuerde, no he tenido ningún amigo en la vida -. Pero yo no quiero ir a ninguna torre. Las torres me dan miedo. ¿Dónde está todo el mundo?
Me parece ver pasar a un hada volando en las cercanías, y la sigo con la mirada. Cuando aquel destello desaparece, vuelvo a mirar a Satán Hidalgo y le sonrío.
-Era un hada - explico.

Tema: Re: El recibidor Lun Jul 27, 2009 1:49 pm

Nerviosa apreté a Ébano contra mi pecho.
-Claro, claro- asentí, dándole la razón sin que yo hubiera visto nada fuera de lo normal- ¿Te llamabas Susan Papp?- ¿Y por qué no Lunática Papp? Le quedaría mejor...- Claro, claro- volví a repetir, echa un manojo de nervios. Con torpeza, me encaminé hacia la escalinata- Si te dan miedo las torres podemos pasarnos por el comedor y así comes algo... estás raquítica- la señalé con un dedo acusador-, es más, seguro que por allí debe de haber alguien...- Seguro. Carraspeé para ahogar esa vocecilla infernal que resonaba en mi cabeza. Esperando que me siguiera sin tener que usar ninguna otra indicación, ascendí progresivamente los peldaños con lentitud, aún mi mente girando en torno al extraño comportamiento de aquella chica. Parecía inofensiva, después de todo.

Cantidad de envíos : 11 Fecha de inscripción : 20/07/2009

¿Raquítica? ¿Qué habrá querido decir con eso? ¿Qué significa esa palabra? Quizá sea un halago.
-Gracias - digo, feliz -. Y sí, me llamo Susan Papp; eso creo.
La sigo, tarareando una nana que alguien debió cantarme en algún momento.

Tema: Re: El recibidor Mar Jul 28, 2009 4:58 pm

El solo me cegó los ojos y me arrinconé con rapidez contra el portón. Mi respiración sonaba agitada, y me dejé caer hasta tocar el suelo y poder dejar descansar a mis piernas. Había sido un viaje largo y cansado, pero al fin había regresado al castillo.
Alcé la vista para abarcar toda la construcción de piedra, y me pregunté cuanta gente nueva habría llegado en mis dìas de ausencia.
Atravesé la puerta de entrada y sin pararme a observar el recibidor, corrí en dirección a las escaleras.

Tema: Re: El recibidor Jue Jul 30, 2009 5:27 pm

Llegué al castillo y entré rápidamente por la puerta. El recibidor era amplio y luminoso pero no me paré mucho a observarlo. Lo primero de todo era dejar el baúl en las habitaciones para poder investigar con más libertad. Cold planeó por encima de mi cabeza, dio un par de vueltas alrededor de la entrada y después se dirigió hacia las escaleras. Sin pensármelo le seguí.

Cantidad de envíos : 22 Fecha de inscripción : 26/08/2009

Llegué a la puerta del, todo había que decirlo, imponente castillo. El recibidor no me pareció gran cosa, al menos si se comparaba con algunas mansiones donde tuve que hacer alguna...visita.
Observé alrededor pero, como era de esperar, no se veia un alma. Por algo preferí llegar a esta hora, sabía que la mayoria de la gente estaría en sus habitaciones o en las aulas.
Aburrido y con escaso equipaje, decidí darme una vuelta por los pasillos para familiarizarme con aquel lugar. Vi unas escaleras que parecían llevar a la primera planta, y comencé a subirlas.

Tema: Re: El recibidor Vie Sep 04, 2009 2:18 am

No tenía motivo para pasear por por el recibidor a aquellas horas de la noche, pero lo hacía. Tampoco tenía motivos para actuar como actuaba ni para ser como era, pero... ¿qué más daba? Yo siempre había sido muy poco escrupuloso.
Mis botines resonaron sobre el pavimento, reverberando en la sala vacía, sin preocuparme de andar con sigilo. De todos modos no había nadie. Ah, preciados momentos de soledad, que nos envuelven en su sereno manto de oscuras reflexiones individualizadas...
Dí varias vueltas, haciendo nada en particular. Podía parecer que no, pero aquellos momentos eran los más relajantes.
Finalmente me senté en el primer escalón, dejando que la capa formase un pequeño montón de tela al juntarse los pliegues por detrás de mí.

Tema: Re: El recibidor Vie Sep 04, 2009 2:23 am

La joven salió silenciosamente del comedor, con una manzana de la mano. Suspiró, y cerró los ojos, caminando aún más lentamente, tomándose su tiempo para avanzar, todo en completo silencio. Tras recorrer aquel castillo durante tres semanas, sabía cuántos pasos tenía que dar para llegar a las escaleras, y cuántos escalones debía recorrer. Dio un suave mordisco, y se limpió una gota del jugo de la futa que amenazaba con caer de la comisura de sus labios.
- Maldito sea todo - susurró, deteniéndose antes de subir un escalón. No quería, no podía, no debía pensar. Si pensaba, volvería a ser la persona que tanto intentaba evitar ser. Subió el primero, pero al llegar al segundo, tropezó con algo, cayendo al suelo de espaldas. Gimió, dejando caer la manzana, y abrió los ojos, parpadeando rapidamente para adaptarse a la luz.

Tema: Re: El recibidor Vie Sep 04, 2009 2:38 am

-Es usted, señorita Fristsch -murmuré con suavidad, apenas inmutándome ante la escena que acababa de suceder-. Hope...
La verdad es que la chica ni me había visto, tan ensimismada como iba... Me incorporé rápidamente junto a ella y le tendí una mano para ayudar a la ventarla. Una vez estuvo la chica en pie recogí su manzana, que había caidó por los dos escalones, recorriendo casi medio recibidor con su cuerpecito rojo y casi esférico.
-No se si la querrá, debe de haberse ensuciado -me encogí de hombros, intentando aparentar indiferencia-. Y tenga más cuidado, por favor. Podría... haberse... hecho daño.
Alcé la cabeza y la miré profundamente a los ojos. A esos ojos rojizos y brillantes que tanto me atraían.

Tema: Re: El recibidor Vie Sep 04, 2009 2:46 am

¿Qué... Qué demonios? Blasfemó en su mente todas las veces que pudo y más, al verle. ¿Por qué él? ¡Él, siempre él! Desvió la mirada, para no obervar sus ojos negros, y alargué mi mano para tomar la suya. Mil... Mil relámpagos recorrieron mi piel de cabo a rabo, y me hicieron sentir un mareo insoportable mientras me levantaba. Luego el hechizo acabó, y fue a buscar la manzana. "Maldita manzana", pensó, sin poderlo evitar. Le vio alejarse, y cerró los ojos. ¿De qué servía esconderse durante más de un mes en el castillo, si luego a la primera de cambio se encontraba con la persona a la que quería evitar?
- Eh... - sin duda, su incoherencia mental también está oral. Genial. Francamente genial. - No, deme, da igual... Ya la... limpiaré - murmuró, en contra su voluntad, que no quería que él escuchase ni un solo susurro de su boca. Le observó de reojo, se estaba encogiendo de hombros mientras un suave y estremecedor rayo cruzaba por su pecho. Por su corazón. ¿Su corazón? Tonterías.
Sin duda, era estúpida. La chica más estúpida que podía haber cruzado por el castillo. No quería mirarle, no quería... Pero cuando dijo lo del cuidado, no pudo evitarlo. Alzó la cabeza y le miró, hasta que sus ojos negros, sus detestables y adorables orbes profundas se clavaron en su mirada. Tragó saliva, temblorosa, sin poder mover la cabeza.

Tema: Re: El recibidor Vie Sep 04, 2009 3:02 am

-¿Le ocurre algo? -susurré, muy suave y dulcemente, como si mis palabras furan un arrullo de la brisa mañanera. Alcé de dos dedos y acaricié levemente sus mejillas tersas y sonrosadas-. ¿Está bien?
Le tendí la manzana sin dejar de escrutar su rostro, con el magnetismo de mi mirada azabache activado al cien por cien. No sabía bien porqué hacía aquello, pero... lo estaba haciendo. Una parte de mí se sentía irremediablemente ligada a Black Hope Fristsch.
Suspiré imperceptiblemente y, con mi mano libre, cogí tímidamente la suya, la que no sostenía la fruta. Como un animal que tantea el lugar, mis dedos buscaron un hueco cálido junto a los suyos, preguntando en silencio acerca de un pacto entrelazado.

Tema: Re: El recibidor Vie Sep 04, 2009 3:16 am

Negó con la cabeza a la vez que todo su cuerpo temblaba. Su voz... su voz... Solo podía pensar en que le gustaría escuchar cada día esa voz, aunque tan solo fuese en sueños. Cerró los ojos al verle acercar su mano a su rostro, y luego un suspiro escapó de sus labios, para su eterna vergüenza. Torció la cabeza, para disfrutar un instante más ese contacto tan... Ni siquiera podía pensar en cómo le hacía sentir ese simple roce.
- S... sí - musitó, abriendo los ojos de nuevo, mientras sus mejillas se sonrojaban levemente. Bajó la mirada hasta la manzana, y la tomó, rozando levemente sus dedos. Una caricia robada.
Alzó la mirada, ahora sí, clavando su propia mirada rojiza en la suya azabache. Sonrió tímidamente, haciendo un esfuerzo para no parecer la misma chiquilla estúpida que se había mostrado ante el todos los días anteriores. ¿Había escuchado bien? Un... ¿un suspiro había salido de sus labios? No tuvo tiempo de analizar nada, porque su corazón se detuvo, para después acelerar el ritmo hasta que fue casi febril.
Cerró los ojos, mientras su mano se abría camino entre la suya. Dejó que sus dedos se entrelazasen con los de ella, y tembló. Quiso evitar que llegase hasta su mano, pero ésta fue la primera en temblar. Su cuerpo no le respondía, en absoluto. Y su cerebro tampoco. ¿Qué le estaba haciendo aquel joven? Estaba consiguiendo lo que una vida difícil no consiguió: enloquecerla. Buscó con su mirada la suya, y una sonrisa se reflejó al instante en sus ojos rojizos, mientras su mente se debatía entre lo que su cuerpo quería hacer, y lo que su madre le enseñó a hacer. "¿Cuánto más lejos vas a dejar que llegue esto, Hope?"

Tema: Re: El recibidor Vie Sep 04, 2009 4:00 am

Observé el cuerpo de la chica antes de emitir un diagnóstico.
-¿Seguro? -enarqué una ceja, como si no me lo creyera-. Está temblando, Hope... Déjeme que la cure... -poco a poco fui acercando mi rostro al suyo, con la respiración acompasada y una ligera sonrisa enmarcando mi cara. Sucedió lo inevitable, el estallido de sensaciones fue incontrolable; los sentimientos más enterrados salieron a la superficie todos a la vez.
Mis labios se posaron sobre los suyos, lenta y delicadamente, para fundirse en un tierno beso hecho de la miel más dulce. Mi mano pasó de sus mejillas satinadas a enredarse con suavidad en su fino y embriagador cabello. La otra estrechó la suya con fuerza, rindiéndose a todo.

Tema: Re: El recibidor Vie Sep 04, 2009 4:37 am

Asintió con la cabeza ligeramente, mientras su mente enloquecía totalmente, impidiendole la posibilidad de razonar. Sin duda, había enloquecido del todo. Su madre le odiaría si la viese. Por primera vez, ese pensamiento no le importo. No cuando el rostro perfecto de Daiki se acercaba cada vez más al suyo propio. Sonrió ligeramente, confusa, pero cerró los ojos, para dejarse llevar.
No supo cómo reaccionar, pero sí supo después que su mano libre se había apoyado en su hombro, rozando ligeramente su cuello, atrayendolo más hacia sí misma. Suspiró dentro del beso, sin querer separarse, y una sonrisa curvó sus labios. ¿Era feliz? Sí. ¡Sí! Era feliz, por primera vez en su vida. Podía hacer lo que ella desease, nadie iba a impedírselo, nadie... Era dueña de su destino, y nadie iba a robarle ese don. Ni tan siquiera su padre, por muchas ganas que tuviese de hacerle daño, podría quitarle eso.
Se separó, cuando se quedó sin aliento, y bajó tímidamente la mirada. Era una pequeña cobarde que solo quería ser feliz y buscar su destino por el mundo. Pero así estaba bien, así le gustaba ser, nadie la cambiaría. Sonrió, algo más ampliamente.
- Daiki... - murmuró, apretando con más fuerza su mano entrelazada.